viernes, 2 de octubre de 2009

Ascensores y Semaforos

me gusta reír
porque me enseñaste a hacerlo.
y me gusta reírnos
porque lo hacemos juntos . . .

jueves, 1 de octubre de 2009

En - Mi - Pared

Lo conseguí :D

un Reloj que corre a la izquierda

Llamadas

El instinto no sabe de errores . . .

martes, 29 de septiembre de 2009

tu y yo
nada mas necesito
Existen tantos cuadernos AZules
pero ninguno como el Mio

- Al Aguila Negra -

. . . en el diván junto a la pared estaba sentada una bonita muchacha pálida, con
un ligero vestidito de baile, con gran escote, en el cabello una flor marchita. La
muchacha me miró con atención y amablemente cuando me vio llegar; sonriendo, se
hizo un poco a un lado y me dejó sitio.
-¿Me permite? -pregunté, y me senté junto a ella.
-Naturalmente que te permito -dijo-. ¿Quién eres tú que no te conozco?
-Gracias -dije-; me es imposible ir a casa; no puedo, no puedo, quiero quedarme
aquí, a su lado, si es usted tan amable. No, no puedo volver a casa.
Hizo un ademán como si me comprendiera, y al bajar la cabeza, observé su bucle que
le caía de la frente hasta junto al oído, y vi que la flor marchita era una camelia. Del otro lado tronaba la música, delante del mostrador las camareras gritaban con precipitación
sus pedidos.
-Quédate aquí -me dijo con una voz que me hizo bien-. ¿Por qué es por lo que no
puedes volver a tu casa?
-No puedo. En casa me espera algo... No, no puedo; es demasiado terrible.
-Entonces déjalo estar y quédate aquí. Ven, límpiate primero las gafas, no es posible
que veas nada. Así, dame tu pañuelo. ¿Qué vamos a beber? ¿Borgoña? . . .

lunes, 28 de septiembre de 2009



*

Sara

*



Multitud

Existen mil almas viviendo en mi pecho
-Diego-

LadyTiempos

. . . y moja sus labios delicadamente
en un acto grotesco y sensual
rasga su
polera y me la alcanza
me regala los harapos
y su piel . . .
salí a almorzar
- El Espíritu Santo -

Intriga

lo que me encanta de la locura:
"el Beneficio de la Duda"

domingo, 27 de septiembre de 2009

Dignidad

me mira
hace la pregunta de la que ya conoce repuesta
me palmotea el hombro y dice:
"fuerza muchacho, fuerza"
le estrecho la mano, como si de alguna forma aliviase mi dolor o el suyo
palmotea mi hombro nuevamente y desaparece . . .
en mi techo . . .
- Nombre -